LOS RIESGOS GEOLÓGICOS


TEMA 6.  LOS RIESGOS GEOLÓGICOS

1. Definición y clasificación de los riesgos geológicos

2. Riesgos derivados de los procesos geológicos internos
   2.1. Riesgos volcánicos. Planificación de los riesgos volcánicos
   2.2. Riesgos sísmicos. Planificación de los riesgos sísmicos
   2.3. Tsunamis
   2.4. Diapiros salinos

3. Riesgos derivados de los procesos geológicos externos
   3.1. Movimientos de ladera
   3.2. Suelos expansivos
   3.3. Subsidencias y colapsos   
   3.4. Riesgos de las zonas costeras
   3.5. Desplazamiento de dunas


1. DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE RIESGOS GEOLÓGICOS

Entendemos por riesgo geológico todo proceso o suceso en el medio geológico, natural o inducido, que puede generar un daño económico o social para el hombre o seres vivos.
  Los riesgos geológicos se clasifican en:
-          Naturales:
. Derivados de los procesos internos: Son los riegos originados por volcanes, terremotos y diapiros.
. Derivados de los procesos externos: Dependen del clima y de las características litosféricas de la zona.
-          Inducidos: Se producen como resultado de la intervención del hombre en el medio geológico.
. La erosión provocada por la deforestación.
. Contaminación por enterramiento de residuos radiactivos.
. Subsidencias o hundimientos provocados por la extracción de petróleo, por minería o por sobreexplotación de acuíferos.
. Rotura de presas, etc.

2. RIESGOS DERIVADOS DE LOS PROCESOS INTERNOS

2.1. RIESGOS VOLCÁNICOS

Las zonas próximas a los volcanes son tierras fértiles, ricas en recursos minerales y energía geotérmica por lo que es hombre se ha instalado en estas áreas convirtiendo así un proceso natural en un grave riesgo.
Los factores que intensifican el riesgo del vulcanismo son:
-          Incremento de la población que se asienta sobre ellos, aumentando de esta manera el factor de exposición.
-          El tipo de erupción que tenga lugar. La explosividad de las erupciones depende del tipo de lava, o sea, de la viscosidad de la lava y de la presencia o ausencia de gases.
-          Frecuencia de las erupciones.
Los principales riesgos volcánicos son:
-          Coladas de lava que pueden cubrir extensas zonas.
-          Lluvias de piroclastos, cuya caída puede provocar muertes, debido al impacto, hundimiento de las construcciones o destrozos de los cultivos.
-          La formación de calderas.
-          Las nubes ardientes, que es la manifestación volcánica más peligrosa. Consiste en una emisión de gases ardientes, fragmentos de lava y cenizas, que descienden por la ladera a gran velocidad (100 km/h). Provocan graves daños por combustión y muertes por asfixia debido a la inhalación de polvo al rojo vivo y terribles quemaduras.
Otros riesgos asociados a las actividades volcánicas son:
-          Las erupciones freato-magmáticas: Ocurren cuando el magma al ascender atraviesa un acuífero, o cuando entra agua marina en la cámara magmática, lo que hace aumentar la presión interna y la violencia de la erupción.
-          Los lahares: Son corrientes o flujos de lodo formados a causa de las lluvias que provoca el vapor de agua que expulsa el volcán o bien porque se funde la nieve de las cumbres debido al calor. Su velocidad asciende a decenas de km/h originando efectos devastadores.
-          Los tsunamis: Son olas gigantescas de hasta 50 m de altura producidas por terremotos marinos o erupciones volcánicas submarinas. Estas olas pueden ser más dañinas que el propio volcán. Por ejemplo, en la erupción del Krakatoa en 1883, sepultó en el mar las ¾ partes de la isla sin producir muertes, porque estaba deshabitada pero el tsunami producido asoló la isla de Java originando 36000 muertos.
-          Movimiento de ladera: Deslizamientos, desprendimientos y avalanchas debido a los temblores que pueden llegar a sepultar poblaciones enteras y cultivos.
-          Emisión de gases tóxicos asfixiantes, por ejemplo durante la erupción del Mont-Pelée en 1902, los gases sulfurosos mataron numerosos pájaros y produjeron  problemas respiratorios en las personas.
-          Cambios climáticos: Producidos por la incorporación de cenizas en la estratosfera. Así por ejemplo, la erupción del Tambora, en Indonesia, en 1815, provocó que en 1816, no hubiera prácticamente verano, con la consiguiente destrucción de las cosechas.

2.1.1. PLANIFICACIÓN DE LOS RIEGOS VOLCÁNICOS

2.1.1.1. MEDIDAS DE PREDICCIÓN

Las erupciones volcánicas, con frecuencia ocurren sin previo aviso y ocasionan efectos devastadores, debido a la rapidez con que se producen. El volcán Nevado del Ruiz (1985), fue visitado el día anterior a su erupción por varios geólogos, lo que nos indica que son procesos muy difíciles de predecir, es decir, son procesos paroxísticos, cuya probabilidad de que ocurran es difícil de determinar. Además el vulcanismo explosivo, que es el más peligroso, es el más difícil de predecir.


Actualmente los medios que se utilizan para predecir una erupción son:

-          Intentar conocer la historia de cada volcán (registro histórico), tanto la frecuencia de las erupciones como la intensidad de las mismas, para intentar determinar el periodo de retorno. Estas medidas son muy poco fiables.
-          Analizar los síntomas del comienzo de las erupciones mediante observatorios situados en los volcanes, que gracias a pequeños sismógrafos pueden detectar pequeños temblores y ruidos.
-          Cambios producidos en la topografía y cambios en la forma del volcán como abombamiento de las paredes y el techo del volcán, que se pueden medir mediante el clinómetro o por medio de satélites que detectan deformaciones imperceptibles  a simple vista ocurridas en la estructura del volcán.
-          Calentamiento del agua en los acuíferos y en general aumento de la temperatura en el subsuelo, así como cambios eléctricos y magnéticos de la zona.
-          Anomalías de la gravedad (gravímetros).
-          Análisis de los gases emitidos.
-          Seguimiento del volcán Elaboración de mapas de riesgo y peligrosidad.

2.1.1.2. MEDIDAS DE PREVENCIÓN

La principal medida preventiva consiste en políticas de “ordenación del territorio” que impiden el asentamiento de la población o la explotación económica de las áreas potencialmente peligrosas. Sin embargo las zonas volcánicas son zonas muy fértiles, por lo que presentan una gran densidad de población haciendo imposible estas medidas preventivas.
  Las medidas estructurales son:
-          Construir canales para desviar las corrientes de lava hacia lugares deshabitados o diques de contención para ganar tiempo para la evacuación.
-          Construir túneles de descarga del agua de los lagos del cráter para evitar la formación de lahares.
-          Construcción de viviendas con tejados inclinados o semiesféricos que eviten la acumulación de cenizas y piroclastos así como se hundimiento debido al peso de estos materiales.
  Las medidas no estructurales son:
-          Evacuación de la población.
-          Evitar la construcción en los lugares de alto riesgo (ordenación del territorio)
-          Elaboración de sistemas de seguimiento de la actividad volcánica.
-          Confección de mapas de riesgo en que se cartografíen las áreas susceptibles de ser afectadas por todos los procesos.
-          Contratación de seguros que cubran las pérdidas de las propiedades o cultivos.

Las áreas de riesgo en España, debido a la presencia de volcanes recientes, son zonas como Gerona (Olot), Ciudad Real (Campo de Calatrava), Almería (Cabo de Gata) y Murcia. Sin embargo, el riesgo mayor se limita al archipiélago canario. La actividad volcánica más reciente se encuentra en Lanzarote (1824), Tenerife (1907) y La Palma (1971). La actividad en general es muy baja, se trata de erupciones tranquilas, el riesgo se centra en la expulsión de piroclastos en un radio de pocos kilómetros alrededor del foco y en el flujo de coladas de lava que no entrañan peligro para la población, aunque pueden provocar graves perjuicios socioeconómicos. En Tenerife, el panorama se complica, ya que la considerable altura del Teide, (cima más alta de España con 3718 m) facilita la acumulación de nieve a lo largo del año, lo que incrementa el riesgo de deslizamientos.

2.2. RIESGOS SÍSMICOS

Los sismos pueden originarse por distintos fenómenos: movimientos tectónicos, erupciones volcánicas, explosiones nucleares, impacto de meteoritos, etc. Entre los principales riesgos podemos citar:
-          Desplome de edificios: Exceptuando los maremotos, el mayor número de víctimas de un seísmo es causado por el derrumbamiento de los edificios provocado por la vibración del suelo. Las construcciones asentadas sobre rocas duras soportan mejor los terremotos que las que se asientan en materiales menos consistentes.
-          Destrucción de construcciones públicas: Roturas de presas, carreteras, puentes,...
-          Incendios producidos como consecuencia de la ruptura de las conducciones de gas y cables eléctricos.
-          Ruptura de las conducciones de agua provocando inundaciones.
-          Inestabilidad del terreno provocando corrimientos de tierra en laderas, apertura de grietas, etc., siendo uno de los riesgos más importantes.
-          Tsunami: Son olas gigantescas producidas por los maremotos que son terremotos con el epicentro en el fondo marino y que al llegar a las costas provocan efectos devastadores.
-          Modificaciones en el terreno que provocan variación de los acuíferos y desviación de los cauces de los ríos.
-          Oscilación de agua en los lagos, presas o bahías. El balanceo del agua, con altura de varios metros provocado por las ondas sísmicas, puede provocar el barrido de las orillas o el rebosamiento de los pantanos.

2.2.1. PLANIFICACIÓN DE LOS RIESGOS SÍSMICOS

No existen medidas que impidan el desarrollo de terremotos, salvo de aquellos causados por la actividad humana (explosiones nucleares, construcción de pantanos,...), pero existen métodos de predicción y medidas de prevención.

2.2.1.1. MÉTODOS DE PREDICCIÓN

Actualmente no hay posibilidad de predecir los terremotos con total seguridad, sin embargo, se sabe que los grandes terremotos se suelen repetir a intervalos más o menos fijos. Estudiando su periodicidad se puede llegar a predecir la ocurrencia de seísmos de gran intensidad, aunque este método no es muy fiable.

Hay una serie de fenómenos que pueden servir para predecir la ocurrencia de fuertes terremotos:

-          La detección de pequeños temblores o terremotos que preceden a grandes terremotos, con la formación de grietas.
-          Aumento de volumen de las rocas justo antes de romperse.
-          Variaciones en la conductividad eléctrica de las rocas, disminuye al principio debido a la fracturación de las rocas y luego aumenta por el agua contenida en la roca.
-          Variaciones en el campo magnético local a causa probablemente de las variaciones en la conductividad eléctrica del terreno.
-          Cambios en la velocidad de las ondas sísmicas.
-          Emisiones de gases como el radón.
-          Premonitores biológicos: Anómalo comportamiento de los animales, ya que éstos pueden percibir o detectar las vibraciones provocadas por el agrietamiento de las rocas que el oído humano no las puede percibir.

2.2.1.2. MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Los terremotos no se pueden prevenir, pero sí sus efectos mediante una serie de medidas protectoras, entre las que destacan: 
-          Construcción de edificios sismorresistentes: Los daños de un terremoto se deben principalmente al derrumbamiento de las construcciones. Así se debe evitar la rigidez de los cimientos para que absorban las vibraciones producidas por el terremoto.  En los suelos rocosos se recomienda:
. Edificios lo más simétricos posible, rígidos mediante contrafuertes de acero en diagonal. Sin balcones y con una marquesina que recoja los cristales caídos.
. Flexibles: Mediante la instalación de cimientos aislantes como el caucho que absorben las vibraciones del suelo y permiten las oscilaciones del edificio.
. Mantener la distancia de separación, dejando espacios amplios entre los edificios.
En los suelos blandos se recomienda:
. Edificios bajos y que no sean muy extensos superficialmente, ya que las vibraciones pueden ser distintas en los diferentes puntos y provocar su derrumbamiento.
-          Medidas de ordenación del territorio para evitar grandes densidades de población en las zonas de alto riesgo.
-          Medidas de protección civil para informar, alertar y evacuar a la población.
-          Elaboración de mapas de riesgo sísmico.

En España existe riesgo sísmico, cuyo origen de los terremotos está en la compresión o choque entre las placas Africana y Euroasiática, y que afecta a las zonas sur y sureste (Granada, Almería), zona noreste desde los Pirineos hasta Cataluña y Teruel y zona noroeste (Galicia y Zamora). El resto de la Península se considera sísmicamente inactiva o inestable.

2.3. TSUNAMIS

Son olas gigantescas de hasta 50 m. de altura, que avanzan sobre la costa. Se producen generalmente por efecto de un terremoto aunque puede haber otras causas como una erupción submarina. En mar abierto, la longitud de onda suele ser muy grande y la amplitud muy pequeña, por lo que pasan desapercibidos, pero al acercarse a la costa y reducir la profundidad del mar, la masa de agua se comprime y se transforma en una cortina que avanza sobre tierra firme.
El riesgo de los tsunamis depende de:
-          El proceso que los genera (terremotos, erupciones,...)
-          La distancia a la costa.
-          La topografía de la costa.

Las únicas medidas preventivas consisten en redes de vigilancia o alarma que avisen de la llegada de las grandes olas, pero debido a que en alta mar pasan inadvertidos y a su gran velocidad, es difícil la evacuación de las áreas afectadas.

2.4. DIAPIROS SALINOS

Son masas salinas poco densas, que se comportan como un fluido a temperaturas elevadas y que quedan recubiertas por sedimentos más densos. Debido a su menor densidad, tienden a ascender provocando la deformación de los estratos o sedimentos superiores, incluso llegan a romperlos.
Los riesgos derivados de estos fenómenos son:
-          Deformación del suelo por el ascenso y empuje del diapiro.
-          Aparición de cavidades (colapsos) y hundimientos (subsidencias) del terreno por disolución de la sal.

La planificación de riesgo por diapiros consiste:
Medidas de predicción y prevención:
-          Detectarlos mediante estudios gravimétricos.
-          Estudio su evolución.
-          Elaboración de mapas de riesgos.
-          Ordenación del territorio.

La medida correctora que se utiliza es la inyección de materiales sólidos en la cavidad originada por disolución de la sal.

3. RIESGOS DERIVADOS DE LOS PROCESOS GEOLÓGICOS EXTERNOS

3.1. MOVIMIENTOS DE LADERA
 
Se agrupa bajo esta denominación a un conjunto de procesos por los cuales los materiales terrestres, en ocasiones previamente afectadas por la meteorización, se movilizan por la acción de la gravedad, desplazándose por las laderas y vertientes.
Entre los factores que favorecen estos procesos están:
-          El aumento de la escorrentía, ya que el agua disminuye la cohesión entre las partículas favoreciendo el deslizamiento.
-          La fuerte pendiente.
-          Presencia de materiales no consolidados (suelos).
-          La estructura geológica. La existencia de estratos con los planos de estratificación paralelos a la pendiente o con fuerte inclinación, la alternancia de estratos con diferente permeabilidad, la presencia de fracturas y fallas, etc., son factores que influyen en la estabilidad de las laderas.
-          El comportamiento mecánico de las rocas. Así el agua es el desencadenante principal de un gran número de movimientos de laderas, su acción se debe a que provoca una disminución de la resistencia. En los periodos lluviosos o de deshielo suelen producirse con más frecuencia.
-          Ausencia de vegetación.
-          Variaciones en el nivel freático, alternancia de precipitaciones con periodos secos, alternancia hielo-deshielo.
-          Cambios en el uso del suelo, ya que implican procesos como deforestación, movimientos de tierras, etc.
-          Aumento del contenido del agua en el suelo por inundaciones, construcción de presas o exceso de riego.
-          Movimientos sísmicos, voladuras.
-          Sobrecarga de la parte superior de un talud con materiales de construcción, escombreras, etc.
-          Disminución del apoyo lateral de los materiales debido a excavaciones construcciones, o procesos erosivos naturales.
 
Factores que impiden o desfavorecen estos procesos:
-          Existencia de vegetación (reforestación), ya que los vegetales, con las raíces, fijan el suelo.
-          Existencia de materiales cohesionados.
-          Terrenos llanos o pendientes suaves.
 
Los movimientos de ladera son movimientos generalmente rápidos. Tienen unos efectos catastróficos debido a que pueden sepultar personas causando víctimas mortales y pérdidas materiales (cultivos). También pueden obstruir cauces de ríos, glaciares, embalses, provocando inundaciones.
Los principales movimientos de ladera son:

-          Deslizamientos. Son movimientos de masas de roca o suelo (tierra) que deslizan sobre una superficie de rotura. El inicio de estos desplazamientos se produce cuando la fuerza de cizalla (Z) supera el valor de rozamiento interno (R) del material con la superficie de rotura. La pendiente y el agua favorecen los deslizamientos. Por un lado el agua aumenta el peso del material pero por otro, disminuye el coeficiente de rozamiento interno en la superficie de rotura.
La velocidad de los deslizamientos es muy variada, pero, en general, son procesos rápidos y pueden afectar a grandes volúmenes de material (del orden de millones de metros cúbicos).
Según la forma de la superficie de rotura, los deslizamientos pueden ser traslacionales (superficie plana) o rotacionales (superficie cóncava).

-          Desprendimientos. Consisten en la caída libre de fragmentos de materiales más o menos grandes (bloque o cantos) de un talud por la acción de la gravedad. Estos fragmentos se separan por la presencia de grietas en las rocas que se van agrandando por la acción del hielo (gelifracción) que actúa como cuña, o bien, por la presencia de planos de estratificación o esquistosidad, y caen por la acción de la gravedad. Los desprendimientos son frecuentes en zonas de clima frío (periglaciares) y zonas montañosas. Estos bloques se acumulan en la base del escarpe formando canchales o taludes de derrubios.

-          Reptación o creep. Es un movimiento muy lento, en muchos casos imperceptible, pero quizás uno de los agentes erosivos más eficaces que actúan sobre la superficie terrestre. Este proceso afecta a la parte más superficial de los suelos. Se produce por el efecto sumatorio de los movimientos: uno de elevación del terreno en dirección perpendicular a la superficie (a) como consecuencia del aumento de volumen del material provocado por el agua o, más aún, por las fuertes heladas, y otro de caída según la vertical (b) cuando recupera su volumen original. Es uno de los procesos más extendidos. Se pone en evidencia por la inclinación hacia debajo de los troncos de los árboles, postes de teléfono, vallas, etc.

-          Flujos. Son movimientos continuos y más o menos rápidos de materiales sin cohesión que se desplazan sin presentar superficie de rotura definida.
Los principales son las coladas de barro que se producen en materiales fino y homogéneos, como las arcillas y los limos, que al empaparse se convierten en materiales plásticos y viscosos.  

-          Solifluxión. Es un proceso que afecta a materiales y suelos saturados de agua. Es una combinación de flujo y reptación Se producen en zonas periglaciares y de alta montaña en cada ciclo hielo-deshielo. En primavera, época en la que tiene lugar el deshielo, el suelo se empapa y cae pendiente abajo en forma de lóbulos.

-          Avalanchas. Son movimientos muy rápidos de masas se tierra, fragmentos de rocas o derrubios, que pueden ir acompañados de hielo y nieve, por pendientes fuertes, cuando se han acumulado en exceso. Los aludes de hielo y nieve se incluyen en este tipo. Pueden, además, desencadenarse por vibraciones debido a ruidos, explosiones o terremotos.
3.1.1. PLANIFICACIÓN DE LOS RIESGOS POR MOVIMIENTO DE LADERA

Para evitar la situación de riesgos por movimientos de ladera, se requiere la detección y cartografía de las áreas susceptibles de movimientos.

3.1.1.1. MEDIDAS PREDICTIVAS

Intentan evitar la situación de riesgo intentando anunciar con anticipación el lugar, el momento, el desarrollo, la intensidad y las consecuencias. Para ello, se requiere la detección y cartografía de las áreas, elaborando mapas de riesgos y estudiando los factores que favorecen los movimientos de ladera (pendiente, vegetación).

3.1.1.2. MEDIDAS PREVENTIVAS Y CORRECTORAS

Entre las medidas no estructurales destacan:

-          Controlar los agentes de la erosión que pueden socavar la base de las laderas.
-          Realizar plantaciones y reforestaciones de especies herbáceas o arbóreas para retener el terreno.
-          Tratamientos químicos del terreno para modificar las propiedades de las arcillas como adición de sales de carbonato cálcico.
-          Ordenación del territorio.

Las medidas estructurales son principalmente:

-          Construcción de canales de drenaje para disminuir la escorrentía superficial.
-          Modificar la pendiente mediante la construcción de terraza, la descarga de la cabecera y rellenado del pie o rebajando la pendiente.
-          Construcción de muros de hormigón, gaviones o mallas para retener los materiales en las laderas.
-          Sellado de las grietas.
-          Inyección de material cohesivo para evitar la erosión.
-          Anclajes o claveteados que sujeten las masas de rocas inestables al sustrato estable.
En general, todas estas medidas estructurales consisten en colocar dispositivos que retengan los materiales y eviten la erosión.

3.2. SUELOS EXPANSIVOS
 
Son aquellos suelos o rocas sedimentarias que aumentan de volumen al absorber agua. Se producen principalmente en los suelos o terrenos arcillosos y yesos. Son frecuentes en la península.
El riesgo de estos suelos consiste en que al absorber agua aumentan de volumen y al secarse de agrietan. Como consecuencia de ello, se producen tensiones o distensiones que provocan:
-          Inestabilidad de las construcciones, con el consiguiente peligro para las edificaciones.
-          Rotura de cañerías.
-          Deformación de pavimentos y aceras.
Las causas pueden ser naturales debido a la alternancia de periodos de lluvia y periodos de sequía, o bien inducidas por las actividades humanes como:
-          El exceso de riego.
-          Sobreexplotación de los acuíferos que provoca un descenso del nivel freático, y por tanto la sequedad del suelo.
-          Fugas en las conducciones de agua.

 La planificación de este tipo de riesgos se realiza mediante:
-          Métodos predictivos: Como la elaboración de mapas de riesgos, realización de estudios del suelo (edafológicos, climático, etc.).
-          Métodos de prevención: Como la ordenación del territorio, restringiendo lo limitando el uso de estas zonas. Y el control del nivel freático para asegurar un nivel de humedad uniforme y constante.
-          Medidas correctoras: Modificación de la textura y estructura del suelo. Suelen ser medidas caras.

3.3. SUBSIDENCIAS Y COLAPSOS

Son hundimientos del terreno, naturales o inducidos.
-          Las subsidencias son movimientos lentos provocados al extraer fluidos (agua de los acuíferos, petróleo).
-          Los colapsos son derrumbamientos bruscos en vertical, como el hundimiento del techo de las cuevas o grutas debido a la disolución de la caliza o yesos, o bien al desplome de una galería minera.

Medidas de planificación de riesgos:

-          Estudios geológicos para localizar zonas susceptibles y detectar cavidades.
-          Elaboración de mapas de riesgo, ordenación del territorio y relleno de cavidades.

3.4. RIESGOS DE LAS ZONAS COSTERAS

El riesgo que más importante de las zonas costeras es  la alteración de los procesos de erosión-sedimen­tación, que se ve acentuado  por el factor exposición, ya que estás áreas son las más pobladas del planeta y con gran afluencia del turismo.

Los principales riesgos derivados de los procesos erosión-sedi­mentación costera son:
- Derivados del retroceso del acantilado. Pue­de dar lugar al derrumbe de las construcciones situadas sobre el mismo. La medida de prevención que se suele aplicar es la construcción de muros junto a la base, lo que puede dar lugar a la aparición de nuevos ries­gos, como la desaparición por retroceso de las playas situadas junto a su pie, ya que durante los temporales mari­nos las olas adquieren más fuerza tras chocar contra estos muros, y al retroceder pueden arrastrar la arena de la playa mar adentro.

- Interrupción de la corriente de deriva. (Fig.)
La corriente de deriva circula paralela a la línea de costa y se genera por la incidencia normalmente oblicua del oleaje sobre la costa.
Esta corriente traslada los materiales resultant­es de la erosión del acantilado y los aportados por los ríos, y los sedimenta a lo largo de la costa donde se forman: playas; flechas litorales que pueden provocar el cierre de las ba­hías y su transformación en albuferas o marismas; tómbolos, etc..
Las intervenciones humanas (construcción de espigones para playas artificiales, puertos deportivos, muelles comerciales y pesqueros) que alteran la cir­culación de la corriente de deriva dan lugar a cambios drásticos de los proce­sos de erosión/sedimentación. Se produce una brusca sedi­mentación en la zona anterior al obstáculo, lo que da lugar a la for­mación de una nueva playa y una intensa erosión detrás de la estructura.

- Alteraciones de la dinámica de los deltas.
Los deltas se generan por acumulación de sedimentos transportados por los ríos en los lugares donde no exista una corriente de deriva demasiado intensa.
Cualquier alteración de la dinámica costera (referida a la corriente de deriva) o fluvial (deforestación, establecimiento de embalses) va a originar graves modificaciones de su dinámica.

- Eliminación de arena del sistema costero.
La extracción de arena de las playas o de los sistemas dunares situados tras ellas con el fin de construir paseos marítimos o bloques de edificios, para obtener arena para la construcción o para la regeneración de otras playas, siempre concluye con un incremento de la erosión costera debido a la eliminación de una reserva de arena que serviría para la restaura­ción de la propia playa tras los temporales. Además, se produce un aumento de los daños originados por las inundaciones costeras, al verse privadas del dique natural que constituían las dunas.

Todas las intervenciones humanas que provocan cambios en la erosión/sedi­mentación costera van a dar lugar a dos tipos de efectos:

Progradación o avance de la costa que gana terreno al mar, se produce por el aumento de la sedimentación costera.
Causas:
-          deforestación de las cuencas altas de los ríos,
-           la remoción del terreno por minería o por obras públicas
-          y los incendios forestales dan lugar a un incremento de la cantidad de materiales transportados por los ríos, lo que se traduce en una mayor sedi­mentación en las zonas costeras.
Consecuencias:
-          Colmatación de estuarios,
-          Crecimiento de los deltas,
-          Mayor aporte de arena a las playas, el crecimiento de las barras litorales, la transformación de bahías en albuferas y su colmatación.

Regresión. Efecto contrario al anterior, en el que se produce el retroceso de las costas por erosión generalizada debido a la disminución de los sedimentos.­ Por ejemplo, debido a la construcción de embalses en los ríos.


3.4.1. PREVENCIÓN DE RIESGOS COSTEROS

-          Medidas preventivas estructurales como rompeolas, espigones y muros, para frenar los efectos del oleaje.
-          Medidas preventivas no estructurales.
-   Elaboración de mapas de riesgo.
- Ordenación del territorio, por la que se establecen una serie de normas legales que, en nuestro país, se recogen en la Ley de Costas 22/1988. En ella se especifica que:
«Son bienes de dominio público todos los terrenos comprendidos entre los límites de bajamar hasta el lugar de la costa susceptible de ser alcanzado por las olas en los mayores temporales, lo que comprende: pla­yas, albuferas, marismas, dunas, recursos del mar, terrenos ganados al mar, acantila­dos, islotes, etcétera.»

Además se establecen dos zonas:
. Zona de servidumbre de protección, que se extiende 100 m tierra adentro, en la que existe prohibición total para cual­quier uso, salvo la instalación de servi­cios de utilidad pública que sean necesa­rios o convenientes o las instalaciones deportivas al aire libre. Dentro de esta área existen otras dos, libres y gratuitas:
- Una de servidumbre de paso, paralela a la costa y situada en los primeros 6m próximos al mar.
- Otra perpendicular que sirve de acceso al mar.
. Zona de influencia, que se extiende a los terrenos situados hasta 500 m de la ribera del mar, en la que existen unas normas de ordenación urbanística, permitiéndose la construcción de aparcamientos y de edificios cuyo número y dimensiones se adapte a la legislación urbanística local.

3.5. DESPLAZAMIENTO DE DUNAS       
 
Las dunas entrañan un riesgo debido a su desplazamiento por causa del viento, llegando a invadir regiones pobladas o cultivadas.
En España, el desplazamiento de dunas en un riesgo geológico significativo en determinados lugares como Doñana y en Guardamar del Segura (Alicante), cuyas dunas se encuentran fijadas mediante pinos piñoneros.

La predicción se hace mediante la elaboración de imágenes seriadas, que se pueden obtener a través de satélite.

La prevención de este tipo de riesgos se realiza mediante:
-          Ordenación del territorio.
-          Fijación de las dunas. Para evitar su avance se instalan empalizadas sobre la parte superior de la duna para impedir el desplazamiento de la arena desde barlovento hacia sotavento, y rehacen plantaciones con vegetación dunar, que fija la duna.