Recursos de la biosfera




1. El suelo
1.1 Usos y fragilidad del suelo
1.2 Composición y estructura del suelo
1.3 Formación de un suelo
1.4. Clasificación de los suelos
1.5. La erosión del suelo
1.6. Desertización y desertificación

2. Recursos agrícolas y ganaderos
2.1. La agricultura
2.2. Tipos de agricultura en el mundo
2.3. La agricultura sostenible
2.4. Agricultura alternativa
2.5. La ganadería

3. Los recursos forestales
3.1. Los beneficios del bosque
3.2. Uso sostenible de los bosques

4. Los recursos de los ecosistemas marinos y costeros
4.1. Impactos de las zonas costeras
4.2. Recursos pesqueros
4.3. La acuicultura

5. Degradación de ecosistemas marginales vitales
5.1. Manglares
5.2. Los arrecifes de coral



La biosfera, además de su gran diversidad, ofrece otra serie de recursos como alimentos o la madera. El suelo es la base de ellos, ya que todos, salvo la pesca, dependen de él.

1. EL SUELO

Se puede definir desde dos puntos de vista:
- Visión geológica. El suelo se puede definir como la capa superficial, disgregada y de espesor variable que recubre a corteza terrestre procedente de la meteo­rización mecánica o química de la roca preexistente.
- Visión ecológica. Se define como una interfase entre todos los sistemas estudiados con anterioridad. Es necesario para que se cierren los ciclos materiales del resto de los ecosistemas terrestres.

1.1 Usos y fragilidad del suelo

Usos: Soporte de las plan­tas, para la edificación, para las construcciones lineales (carreteras, autopistas y vías de ferrocarril), fuente de recursos minerales (como el aluminio o materiales de construcción), poseedor de recursos geológicos, paleontológicos y testimo­nio de la evolución del planeta.

Fragilidad: El suelo es receptor de impactos como la erosión, la contaminación, la sobreexplotación y el empobrecimiento de su fertilidad, la degradación biológica, la compactación y la pérdida irreversible del mismo por recubrimientos artificiales (por ejemplo, el asfaltado).

1.2 Composición y estructura del suelo

En el suelo distinguimos dos tipos de componentes:
- Inorgánicos: que comprenden aire (oxígeno y CO2), agua y componentes minerales procedentes de la meteoriza­ción de la roca madre, que suelen ser fragmentos de rocas (cantos, gravas, arenas, limas y arcillas) y sales minerales (sulfatos, carbonatos, nitratos, fosfatos y óxidos de distinto tipo).
- Orgánicos: constituidos por materia orgánica que no ha sufrido procesos de transformación (restos de hojas, ramas, excrementos y cadáveres de cualquier tipo de anilmales) y microorganismos diversos (bacterias y hongos) que forman el humus a partir de una serie de transforma­ciones parciales de la materia orgánica, cuya estructura original deja de ser reconocible. La humidificación es, por tanto, un proceso previo a la mineralización, y la presencia de humus confiere al suelo un carácter ácido.

Estructura del suelo
Se llama perfil del suelo a la estructura en corte transversal del mismo, en el que se observan una serie de capas que reciben el nombre de horizontes o niveles. En un suelo ideal distinguimos los siguientes niveles:

- Horizonte A de lixiviado. Contiene pocas sales minera­les, ya que son arrastradas por las aguas al infiltrarse. Se encuentran las raíces de la mayoría de las plantas y se divide, a su vez, en varios estratos. Es oscuro y rico en humus.
- Horizonte B de precipitación (denominado también subsuelo). Tiene color claro por su pobreza en humus.  Acumulación de sales de calcio, aluminio o hierro procedentes de los niveles superiores.
- Nivel C. Formado por fragmentos procedentes de la meteorización mecánica y/o química de la roca madre subyacente.
- Roca madre. Material original sobre el que se desarrolla el suelo. La roca madre puede ser una roca dura, compacta e impermeable, una roca blanda o materiales sueltos.

1.3 Formación de un suelo

El proceso de formación de un suelo maduro se realiza en sucesivas etapas que transcurren paralelas al mecanismo de sucesión ecológica.

Factores que condicionan la formación de un suelo

a) El clima. Es el factor más importante. Condicionar el tipo de meteorización de la roca madre. Entre los componentes climáticos más importantes están:
- El balance hídrico o equilibrio existente entre las entradas (precipitación = P) y las salidas (evaporación = E). Si predomina la precipitación se incrementa el lixiviado de iones y su arrastre hacia los horizontes inferiores del suelo. Si predomina la evaporación aumenta el ascenso capilar de sales hacia horizontes superiores, que afloran y forman costras superficiales denominadas caliches.
- El aumento de temperatura incrementa la velocidad de las reacciones quími­cas y biológicas.
b) La topografía. La pendiente favorece la erosión que dificulta la formación del suelo e influye en que se mantenga más o menos húmedo.
c) La naturaleza de la roca madre. De ella dependen los componentes minerales que contenga el suelo.
d) La actividad biológi­ca. La abundancia de organismos descom­ponedores contribuye a la formación del sue­lo por transformación de la materia orgánica contenida en él.
e) El tiempo. Se puede consi­derar el suelo como un recurso no renovable, porque se regenera a un ritmo mucho más lento (en nuestras latitudes se genera 1 cm de suelo cada 500 años aproxi­madamente) que el de su destrucción.

1.4. Clasificación de los suelos

Distinguimos dos grandes tipos de suelos:

1.4.1. Suelos zonales. Dependen de las características climáticas. Encontramos diferentes tipos de suelos que se corresponden a las diferencias en el balance hídrico.

a) Suelos de las zonas húmedas y frías
- Llamados podsoles (ceniza en ruso). Se presentan en los climas fríos y en los tem­plados frescos con intensas precipitaciones (P»E).
- Es bastante ácido, porque contiene mucho humus de descom­posición muy lenta por la baja temperatura
- Es típico de los bosques de coníferas (la taiga) En Espa­ña existe en los pinares situados sobre sustratos ácidos (graníticos) de las zonas húmedas.

b) Suelos de las zonas templadas
- Son el resultado de la alternancia estacional y de la existencia de bosque cadu­cifolio o esclerófilo, en los que se acumula una gran cantidad de humus.
- Durante la estación húmeda predomina el lixiviado de iones (P>E), y durante la seca predomina su ascenso capilar (Psuelos
pardos de pH intermedio, que varían en función de su riqueza en humus factor condicionado por el tipo de vegetación.

c) Suelos de climas áridos
- Lugares de precipitación es muy escasa (P«E), produciéndose ascenso capilar que da lugar a la formación de costras superficiales de yeso o sales (caliches y rosas del desierto).
- Niveles superiores son pedregosos con muy poco humus. En el nivel B se producen acumulaciones de arcilla y carbonato cálcico formando los típicos suelos rojos.

d) Suelos de las zonas tropicales
- Elevada temperatura (25°C) e intensa precipitación (P»E) lo que favorece que la descomposición de la materia orgánica exce­da la acumulación de humus, originándose suelos con un nivel A muy delgado y desprovisto de humus.
- Suelo básico (pH = 8), que provoca la descomposición de los minerales arcillosos de aluminio en bauxita y de hierro en limonita, que precipitan junto con la arcilla sobre el horizonte B, formando unas costras duras, denominadas lateritas. Si se erosiona el horizon­te A, las lateritas afloran, impidiendo el asentamiento de la vegetación; constituyendo la principal fuente de alumi­nio.

1.4.2. Suelos azonales

Son independientes del clima. Se pueden considerar suelos juve­niles.
Si la roca subyacente (roca madre) es silícea se denominan ranker; si es caliza, rendsinas.

1.5. La erosión del suelo

La erosión es un proceso geológico natural que puede verse intensificado por actividades humanas y originar graves consecuencias ecológicas y sociales como:
-          Aterramiento o colmatación de los embalses por acumulación de sedimentos.
-          Agravamiento de las inundaciones.
-          Deterioro de ecosistemas naturales, fluviales y cos­teros, por excesivo aporte de sedimentos (por ejemplo, la elevada sedimentación marina debida a la deforestación de los bosques tropicales o de los manglares puede llegar a acabar con los arrecifes de coral.
-          Pérdida de suelo cultivable, con­tribuyendo, por tanto, al proceso de desertización.

1.5.1. Factores que influyen en el riesgo de erosión

La erosión se ve afectada por factores de tipo climático, por el relieve, por el tipo de suelo y de vegetación, y por los usos humanos (la tala o los incendios aumentan la vulnerabilidad del suelo).




1.5.2. Control y recuperación de las zonas erosionadas

Control de la erosión en tierras cultivadas
- El mejor medio de controlar la erosión de las tierras cultivadas es la ordenación del territorio plantando las especies vegetales de mayor cobertura y fomentando una rotación de cultivos para poder lograr una producción alta y sostenible.
- La recuperación de zonas erosionadas se trata de frenar con los siguientes procedimientos:
-          Aumentar la infiltración y evitar la escorrentía mediante cultivos ade­cuados y aplicando técnicas de arado que si­gan las curvas de nivel, o aterrazado con muros que impidan la erosión
-          Evitar el retroceso de los barrancos mediante la construcción de diques en las cárcavas o repo­blaciones forestales.
-          No cultivar en zonas marginales o con excesiva pendiente, transformación de los mismos en pastizales estables, reforestación e instalación de cortafuego que impida la extensión de los incendios.
-          Medidas contra la erosión eólica, mediante acciones que modifiquen su velocidad y tur­bulencia, como la instalación de barreras cortaviento de tipo vegetal o artificial.

Control de la erosión originada por obras
Las construcciones lineales producen cortes en las laderas, que aumentan la erosión y los deslizamientos.
Se pueden tomar medidas, como la cons­trucción adaptada a la geomorfología, drenajes adecuados,  repoblación de los taludes y muros de contención en lugares con peligro de deslizamientos.

1.6. Desertización y desertificación

Según la conferencia del PNUMA, celebrada en Nairobi en 1977 la desertización  se  definen como el "proceso de degradación ecológica por el cual la tierra productiva pierde parte o todo su potencial de producción, que lleva a la aparición de las condiciones desérticas”.

Otros autores definen desertificación como el proceso natural e inducido por actividades humanas de la degradación del suelo, y desertización como el proceso social (despoblación y pérdida de recursos de las áreas degradadas) derivado del proceso anterior.

El proceso de desertización resulta de la confluencia de factores cli­máticos (sequía, precipitaciones esporádicas y torrenciales) con otros debidos a la acción humana (exceso de riego, cultivos en zonas de pendiente, sobrepasto­reo, etc.).

Los procesos que pueden dar lugar a situaciones de tipo desértico son:
-          Degradación química. Por pérdida de la fertilidad por lava­do de nutrientes o por acidificación; toxicidad o empobrecimiento del suelo debido a elementos contaminantes;  salinización y alcaliniza­ción de suelos por acumulación de sales.
-          Degradación física. Se produce pérdida de estructura, como la compactación del suelo por empleo de maquinaria pesada o por el pisoteo.
-          Degradación biológica. Desaparición de materia orgánica o por mineralización del humus.
-          Erosión hídrica y eólica. La hídrica es la de mayor importancia en nuestro país.

1.6.1. Erosión y desertización en España

España sufre alto riesgo de desertización por erosión de sus suelos a causa de prácticas agrícolas y forestales inadecuadas, incendios forestales, obras públi­cas y actividades mineras.
Este riesgo está favorecido por: fuertes pendientes y acusado relieve, clima mediterráneo (precipitaciones irregulares y a veces torrenciales), abundancia de terrenos arcillosos de difícil drenaje, degradados por una precaria gestión de los recursos hídricos y una inadecuada política forestal y agraria.

2. RECURSOS AGRÍCOLAS Y GANADEROS

2.1. La agricultura

En el desarrollo de la agricultura podemos establecer tres etapas:
1ª. Hasta la mitad de siglo XX. El aumento de la producción agrícola se debió a expansión de las zonas cultivadas. Cuando dicha superficie alcanzó unos límites, el incremento de la producción de alimentos sólo fue posible mediante la intensi­ficación de la explotación y con la conversión de la agricultura en una industria.
2ª. Revolución verde. Se desarrollo en las décadas de los cincuenta y setenta. El aumento de la producción se basó en:
-          Uso de semillas seleccionadas genéticamente.
-          Utilización de grandes cantidades de agua, plaguicidas y fertilizantes químicos.
-          Importante mecanización.
3ª. Desde 1985. Se ha producido un aumento de la producción y con ello de la cantidad de alimentos disponibles, sin embargo, en los países pobres se padece hambre.
Una característica de la expansión agraria actual es el empleo de transgénicos. Su uso puede originar problemas ambientales, como:
- Cultivos transgénicos que portan un gen insecticida, provocan la muerte del insecto para el que está destinado dicho gen, peor pueden morir otras especies (p.e. aves) que se alimentan de dichos insectos.
- El polen escapado de las plantas transgénicas puede fecundar especies naturales emparentadas genéticamente con ellas, lo que se supone un peligro para la biodiversidad.
- Se desconoce la toxicidad respecto a su uso alimentario.

2.2 Tipos de agricultura en el mundo

a) Tradicional o agricultura de subsistencia. Sobre todo en los países en vías de desarrollo y que, generalmente, se encuentra combinada con la ganadería. Se diferencian dos tipos:
- Cultivo intensivo tradicional, caracterizado por policultivos, en las que se combina la agricultura con la ganadería.
- Itinerante o errante, en bosques tropicales en los que realizan talas selectivas para cultivar en pequeñas parcelas que se abandonan cuando el terreno se agota (cada 5-7 años), dejando que se restablezca el bosque pri­mitivo.
b) Mecanizada, industrializada o intensiva. Corresponden a los países desarrollados Se basa monocultivos que se mantienen gracias a gastos ingentes de agua, energía fósil, fertilizantes químicos, herbicidas y plaguicidas. La ganadería se establece al margen de la agricultura y también es de tipo industrial. Aquí se incluye la agricultura de plantación de ciertos países en vías de desarrollo. Se culti­van especies de interés comercial, como café, cacao o plátanos, que venden a los países desarrollados.

c) Cultivo de invernaderos es el máximo exponente de la explotación agrícola intensiva de cualquier producto hortícola, en cualquier época del año. Las con­diciones de crecimiento de plantas (temperatura, humedad, abonos) son vigiladas con medio tecnológicos, pudiendo llegar, incluso, al extremo de no utilizar tierra vegetal (cultivos hidropónicos). Un ejemplo son los cultivos bajo plás­tico de Almería.

2.3. Agricultura sostenible

"Una agricultura es sostenible cuando es ecológicamente segura, económica­mente viable y socialmente justa”, según el Tratado de Agricultura Sustentable de la Conferencia de Río de 1992.
Las recomendaciones que se deben seguir para que la agri­cultura sea sostenible, son las siguientes:
-          Que prime la conservación del suelo y la economía del agua sobre la pro­ductividad.
-          Tomar medidas para la preservación de la biodiversidad.
-          Cultivar preferentemente plantas adaptadas al clima de cada región.
-          Ahorrar agua utilizando técnicas de riego de ahorro, como el riego por goteo.     
-          Reducción de los costes ocultos generados por el uso de combustibles fósiles y sustituirlos por otros renovables y aumentar la eficiencia en el uso de los mismos.
-          Evitar la generación de contaminación y residuos a una velocidad superior a la capacidad de asimilación del medio
-          Fomentar los cultivos mixtos (en los que se intercalan árboles con plantas anuales; por ejemplo, encinas y trigo) o los policultivos (pequeñas parcelas de cultivos variados), combinados con ganadería familiar en el lugar de monocultivos.
-          Utilizar fertilizantes orgánicos (como estiércol o desechos de cultivos); intercalar leguminosas con otras cosechas.
-          Atajar las plagas con controles biológicos.
-          Aplicar todas las medidas posibles para luchar contra la erosión.

2.4. Agricultura alternativa

No son del todo sostenibles pero suponen un primer paso para lograr la sostenibilidad. Agricultura integrada. Aunque se basa en el empleo de productos químicos y de especies seleccionadas genéticamente, se somete a controles oficiales periódicos con el fin de certificar su grado de respeto al medio ambiente. La certificación podrá exhibirse en las etiquetas con fines comerciales.
Agricultura biológica que renuncia por completo al empleo de productos químicos, sustituyéndolos por el empleo de abonos orgánicos. Las plagas se controlan mediante cultivos barrera o el empleo de insecticidas naturales.

2.5. La ganadería

En la actualidad, conviven tres formas de ganadería:
-          Tradicional, como el pastoreo nómada de los pueblos centroafricanos  que cambian de territorio según el régimen estacional.
-          Ganadería extensiva en la que el ganado se cría suelto por el campo en extensiones de pasto variable.
-          Ganadería intensiva, que es llevada a cabo en granjas industrializadas, en las que se consumen grandes cantidades de energía fósil, se generan cuantiosos excrementos (puri­nes) y orines que contaminan los suelos y las aguas, se utilizan antibióticos y otros productos farmacéuticos de uso animal, se emplea grano que serviría para la alimentación humana (se destina a este fin casi el 40% de la producción mundial).
La transformación de los bosques en pastos para la cría de ganado ha sido la causa de la deforestación de más de 20 millones de ha de bosque en Amé­rica Latina. Sin embar­go, el consumo de carne en los países en vías de desarrollo es escaso.

3. Los recursos forestales

Desde el comienzo de la agricultura hasta la actualidad los bosques han disminuido considerablemente, sobre todo en los últimos cincuenta años, hasta reducirse a un tercio de su superficie original.
Las principales causas de la deforestación son la consecución de tierras para el cultivo o pastoreo, la obtención de madera y leña, los incendios, las enfermedades y el desarrollo urbano.

3.1. Los beneficios del bosque

- Crean un suelo y moderan el clima, amortiguando los contrastes térmicos.
- Controlan las inundaciones.
- Almacenan agua y previenen la sequía. En la selva amazónica, la mitad del agua de lluvia es retenida por la vegetación y devuelta a la atmósfera.
- Amortiguan la erosión sobre todo en las pendientes donde dicho efecto es más intenso.
- Albergan y soportan la mayor biodiversidad la Tierra.
- Toman y fijan CO2, contribuyendo a rebajar el efecto invernadero.
- Proporcionan combustible en forma de leña y carbón, madera para uso huma­no, y de los bosques tropicales se pueden obtener, además, medicinas, acei­tes, gomas, resinas, frutos, materias textiles, tintes y forraje.

3.2. Uso sostenible de los bosques

Consiste en:
-          Aumentar la eficiencia de las industrias madereras.
-          Disminuir el uso de papel y aumentar su reciclado.
-          Reducir el consumo de leña. 
-          Buscar alternativas de empleo de los bosques. En vez de talar, propiciar la recolección de otros productos, tales como alimentos, medicinas, etc.
-          Aumentar la plantación de bosque de alto rendimiento, sobre todo, en zonas marginales.

4. Los recursos de los ecosistemas marinos y costeros

4.1. Impactos de las zonas costeras
Los principales impactos en las zonas costeras son los siguientes:
- El exceso de urbanización y afluencia de turistas, que implican la ocupación masificada del suelo y la sobreexplo­tación del agua.
- Eutrofización y otras formas de contaminación.
- Generación de blanquizales (zonas claras desprovistas de especies vegetales, como la Posidonia, que se fijan en el fondo) debi­do a la pesca de arrastre.
- Bioinvasiones. Las más importantes son las originadas por la limpieza de las aguas utilizadas como lastre por los barcos cuando cir­culan libres de carga. Las más conocidas son:
-          El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) que procede de Rusia. Su proliferación pone en peligro a otros depredado­res de zooplancton de interés pesquero. Además, es capaz de ascender por el curso de los ríos y proliferar en ellos (Rín, Elba, Ebro) o en lagos y embalses, por lo que puede llegar a taponar las cañerías de toma de agua de las ciuda­des o las conducciones de los trasvases.
-          El alga asesina (Caulerpa taxifolia). Originaria de China, Japón y Corea. Actualmente ya ha invadido las costas españolas, europeas, de EEUU y Argentina. Esta alga es capaz de multiplicarse con rapidez a partir de pequeños fragmentos de la misma, desencadenando plagas. Puede hacer desaparecer a la Posidonia y a las especies autócto­nas que sirven de sustento a las tortugas marinas, langos­tas y salmones.
-          Las mareas rojas. Originadas por la proliferación de un alga unicelular roja (Gymnodinium o Alexandrium) oportu­nistas, capaces de producir toxinas con las que envenenan a especies autóctonas, como peces u otras. Dicho veneno cau­sa náuseas y fiebre a los humanos que se alimentan de espe­cies intoxicadas. Además, es capaz de resistir en estado latente durante meses o años en los tanques de los navíos, para proliferar con rapidez cuando cuenta con luz y exceso de nutrientes, como en el caso de las aguas eutrofizadas.

4.2. Recursos pesqueros

Desde los años cincuenta la pesca se ha multiplicado por 5 gracias a técnicas como el radar, el sonar y los satélites que ayudan a que la pesca sea más eficaz. Los sistemas de pesca tradicionales han sido sustituidos por otros modernos, como
· Palangres. Están constituidos por un largo cordel de hasta varios kilómetros de longitud, del que cuel­gan otros más cortos y numerosos, terminados en anzuelo.
· Arrastre. Son unas redes en forma de saco que se arrastran por el fondo y la superficie con las que se pescan salmonetes, lenguados, rapes, pescadillas, pul­pos, gambas, etc.
· Enmalle. Se llaman así porque los peces quedan retenidos entre las mallas de la red. Las hay de dos tipos: fijas sobre el fondo marino y redes de deriva, que se desplazan en las corrientes. Pueden tener hasta 65 km de largo y se man­tienen cerca de la superficie con la ayuda de flotadores.

La sobreexplotación amenaza con el agotamiento de las reservas pues la pesca se realiza a ritmo superior a la tasa de renovación de las especies. Algunas pesquerías han desaparecido (Atlántico Norte, Mediterráneo) y algunos caladeros se han cerrado. Se ha respondido aumentando el esfuerzo pesquero (incremento del tamaño, número y tonelaje de los barcos) a la par que la pesca ha disminuido, siendo cada día más ineficiente.
En la Convención de las Naciones Unidas de 1982, 159 países firmaron la Ley del Mar en la que se estableció:
-          El derecho legal de cada país a gestionar su propia pesca y la de los extranjeros en su Zona de Exclusión Económica (ZEE), fijada a 200 millas de su costa.
-          Se fijaron las técnicas pesqueras permitidas, supri­miéndose las de arrastre.
-          Más allá de las 200 millas, se establecieron unas cuotas de pesca, que son los límites anuales que un determinado país puede pescar de una especie concreta.
-          Se fijaron una serie de vedas que impiden pescar durante los periodos de producción de las especies y paradas biológicas temporales con el fin de permitir la recuperación de las poblaciones afectadas.

4.3. La acuicultura
- Es la cría de especies acuáticas en cautividad.
- La acuicultura requiere espacio y puede causar otros daños ambienta­les, como la pérdida de la biodiversidad marina (si se pesca masivamente para utilizarlo como alimento de las especies criadas, o porque éstas sustituyen a las autóctonas), la contaminación de las aguas por residuos orgánicos, antibióticos y otros productos químicos, el empleo de energía o la deforestación, como en el caso de los manglares.
- Sin embargo, es un sistema altamente eficiente, que puede llegar a mantener a un tercio del mercado de pescado y marisco.

5. Degradación de ecosistemas marginales vitales

- Los ecosistemas marginales (marismas, albuferas y salinas, en las zonas templadas; manglares y arrecifes de coral, en las zonas tropicales, así como los deltas y los estuarios de los ríos) se encuentran protegidos contra la erosión por algún tipo de vegetación terrestre adaptada al agua salobre que surge como mezcla del agua de los ríos y del mar.
- Sirven de refugio y hábitat de numerosas especies de animales, tanto acuáticos como terrestres.
- Son muy vulnerables a la contaminación que llega con los ríos que desembocan en ellas, así como a cualquier otro tipo de presión humana (deforestación, ocupación del territorio, etc.)

5.1. Manglares

Situados entre los 30º de latitud norte y los 30º latitud sur. Se extienden por las zonas tropicales. Son un Patrimonio de la Humanidad,

Son bosques anfibios en aguas salobres y pobres en oxígeno, junto a la desembocadura de los ríos ecuatoriales y tropicales. Los árboles que los constituyen son los mangles. Durante la marea alta sólo sobresalen las copas de los mangles. Cuando baja la marea, asoma la red que constituyen sus raíces, que, además de captar el oxígeno, sirven de sujeción al árbol contra el empuje de las corrientes.
Protegen a las costas de la erosión, poseen una gran biodiversidad y proporcionan recursos vegetales (madera, carbón, , gomas, medici­nas, etc.) y minerales.


Causas de su desaparición

Tala para la obtención de madera, la contaminación de las costas o la sus­titución por cultivo de arroz.
En la actualidad, se produce una tala masiva de los manglares con el fin de establecer una acuicultura de cría de langostinos a gran escala. La tercera parte de los 3000 millones de tonela­das de langostinos que se consumen anualmente procede de esta fuente.
Por este motivo, desaparecen especies como los cocodrilos, las garzas, el flamenco rosa, la tortuga marina que habitan en ellos. Se acentúa la erosión de las costas y los sedimentos que antes retenían son arrastrados hacia el mar, provocando la destrucción de los arrecifes de coral.

La gestión adecuada pasaría por la protección y replantación de los mangles, con una explotación sostenible de sus recursos y más acorde con los métodos tradicionales, por lo que se podría permitir plantar arroz o recoger madera en ciertas zonas, delimitando la cantidad y las zonas destina­das a la pesca y a la acuicultura y fomentando el ecoturismo.

5.2. Los arrecifes de coral

- Se desarrollan en aguas transparentes y de temperaturas superiores a los 20º C, extendiéndose por todos los mares tropicales (a una latitud situada entre los 30º N y los 20º S). Su importancia se debe a su enorme biodi­versidad. Una de cada cuatro de las especies animales conocidas habitan en ellos (aproximadamente un millón)

- Los pólipos coralinos son animales que viven en las colonias, en el interior de un esqueleto calcáreo segregado por ellos, que constituye el arrecife. En el interior de sus cuerpos, y en simbiosis con ellos, viven unas algas unicelulares (zooxantelas). Las algas hacen la fotosíntesis a partir del CO2 existente en el agua.

Causas de su desaparición

Actualmente, el 58% de ellos se encuentra en serio peligro por las siguientes causas:
- Afluencia de un exceso de sedimentos debido a la defo­restación de los manglares y otros bosques continentales.
- La contaminación de las aguas por vertidos.
- El enturbiamiento de las aguas.
- Los efectos del excesivo turismo de buceo.
- Furtivismo y comercio ilegal de coral.
- Técnicas pesqueras agresivas, como la pesca de arrastre.
- Un posible es la muerte de las zooxantelas por el aumento de la temperatura del agua por efecto del cambio climático
- Las bioinvasiones.